Con su victoria de ayer, la selección dirigida técnicamente por Gustavo Alfaro logra ratificar un estado de forma que rosa lo onírico. Son 7 partidos dirigidos y 71% de efectividad, 4 victorias y 3 empates, ninguna derrota.
Para la alegría de todo un país sufriente, que en la última década no pudo encontrar ni siquiera en el fútbol un respiro, nuestro equipo no solo ha logrado resultados sino que también ha recuperado la mítica garra guaraní. Luego de ausentarse en 3 citas mundialistas de forma consecutiva (2014, 2018 y 2022) la selección paraguaya está más cerca que nunca de lograr ese objetivo.
Una generación entera de jóvenes paraguayos que aún no tuvieron la fortuna de disfrutar de la máxima competición de selecciones del mundo, está viviendo una alegría que los lleva hasta las lágrimas en un proceso que, al menos desde la llegada de Alfaro, ha sido inmejorable.
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