En las últimas décadas los tratamientos para la artritis reumatoidea han evolucionado significativamente, ofreciendo esperanza a millones de personas que padecen esta debilitante enfermedad. Los nuevos abordajes clínicos buscan acompañar al paciente hasta el objetivo terapéutico de la remisión.
En una reciente visita a nuestro país, la doctora Alejandra Babini, reumatóloga argentina especializada en clínica médica, se expresó en torno a la actualidad de la artritis reumatoidea, una condición autoinmune que afecta principalmente a las articulaciones, y que se caracteriza por causar dolor intenso e inflamación, a menudo resultando en una discapacidad significativa si no se trata adecuadamente. A pesar de esto, los avances en la medicina han permitido que muchos pacientes logren la remisión de la enfermedad, mejorando notablemente su calidad de vida.
La doctora Babini explicó la naturaleza de la artritis reumatoidea y los desafíos que presenta: “La artritis reumatoidea es una enfermedad bastante desgraciada porque genera muchísimo dolor e inflamación en muchas articulaciones, en todas las coyunturas de las manos, de los dedos, de las rodillas. Es altamente invalidante pero por suerte se puede tratar”, refirió.
A pesar de los avances, el origen de la artritis reumatoidea sigue siendo un misterio. “La verdad es que no se conoce el origen de la enfermedad. En las enfermedades autoinmunes el sistema inmune deja de reconocer parte de tus articulaciones y fabrican anticuerpos que las atacan. Entonces tenemos que medicar para cesar ese proceso, para que la inflamación y el sistema inmune se acomoden y no desconozca lo nuestro como propio. Porque lo ataca convencido de que es una bacteria, un virus o lo que sea, un enemigo”, señaló la profesional.
Nuevas perspectivas en el tratamiento
El tratamiento de la artritis reumatoidea ha avanzado de manera notable, pasando de ser una enfermedad altamente invalidante a una que puede controlarse eficazmente. Los enfoques actuales se centran en la combinación de medicamentos antiinflamatorios, modificadores de la enfermedad, las terapias biológicas y las nuevas moléculas inmunosupresoras, que actúan bloqueando la acción de las enzimas denominadas “Janus quinasa”. Estas enzimas intervienen en los procesos que producen inflamación y, al bloquear su efecto, se controlan los síntomas de la artritis reumatoidea.
“La artritis reumatoidea se controla, no se termina de curar. Tenemos pacientes que después del tratamiento llegan a lo que llamamos remisión, que es cuando estás muchísimo tiempo sin ninguna inflamación. Entonces podemos ir espaciando la medicación, en algunos casos lo podemos suspender, sabiendo que en dos o tres años puede volver, entonces la volvemos a tratar”, mencionó Babini.
“Hay medicamentos más sencillos y otros que se llaman biológicos que hacen más de 20 años que los usamos. Antes eran todos inyectables y ahora hay otros igual o más potentes que vienen en comprimidos”, agregó la doctora. Estos nuevos medicamentos en comprimidos han demostrado su eficacia con la principal ventaja de ser administrados por vía oral, frente a la subcutánea o intravenosa de las terapias actuales.
En cuanto a la remisión, concretamente, se entiende como un estado en el que los síntomas de la artritis reumatoidea están ausentes o significativamente reducidos, el cual se constituye en objetivo crucial del tratamiento moderno. Esta se logra a través de un manejo clínico integral que incluye una combinación personalizada de fármacos, ajustes en el estilo de vida y seguimiento constante.
Aunque la artritis reumatoidea sigue siendo una enfermedad desafiante, los avances en su tratamiento han transformado las perspectivas de los pacientes. Con un abordaje clínico correcto, es posible alcanzar la remisión y llevar una vida plena y activa, gracias a las innovaciones en la medicina y el continuo esfuerzo de los médicos especialistas.
Leave a comment