Los hermanos son parte importante de nuestra vida. Para Josué Flor, el recuerdo de su hermano Josías representa la fortaleza y la motivación más grande que tiene para no dejar morir su más grande deseo que es ser futbolista profesional.
En el 2018 su mamá, él y sus hermanitos estaban cenando en un local de venta de lomitos. De pronto un camión perdió el control y terminó envistiendo contra toda la familia. El saldo que dejó este percance fue el fallecimiento de Josías y la hospitalización de Josué debido a la gravedad de sus lesiones y heridas. Tras 10 días de terapia intensiva y 3 más en sala de recuperación, Josué finalmente salió del hospital, pero ya no volvería a ver a su hermano mayor.
Desde ese momento, Josué comenzó una nueva vida que tiene como objetivo principal lograr ser un deportista de élite, con todos los sacrificios que son necesarios para lograr la meta. Su rutina comienza a las 5:00 de la mañana con un entrenamiento personalizado, al volver se da un baño, desayuna y va a la escuela. Terminadas las clases vuelve a su casa para almorzar y descansar para luego ir a la escuela de fútbol del Club Guaraní, siempre acompañado de su padre que es quien lo alienta a no decaer.
Un dato peculiar de Josué es que se reconoce hincha de Olimpia, mientras que su hermano Josías era de Cerro Porteño. A pesar de estas diferencias de clubes, Josué llegó a realizar algunas prácticas en las instalaciones del club de Barrio Obrero. Un recuerdo que tiene siempre presente es que Josías (que ya entrenaba en categorías mayores) le prometió que cuando debute en Primera División, iba a hablar con su representante para llevarlo a él a jugar también en la máxima categoría del fútbol paraguayo. Hoy, cada gol que hace en los partidos que le toca jugar, se los dedica a una persona en especial, su amado hermano Josías.
Josué comenta que tiene como ídolos deportivos a Roque Santa Cruz y Cristiano Ronaldo y que desea con todo su corazón jugar, al igual que ellos, en clubes importantes de Europa como los grandes de España, el Barcelona y el Real Madrid. El apoyo de su familia, más la determinación y sacrificios que hace diariamente Josué, con el tiempo darán fruto. La resiliencia que ha mostrado hasta ahora, es motivo de admiración para su familia y amigos. La muerte es algo inevitable en la vida, pero depende de nosotros el aceptarla y seguir adelante. En el caso de Josué, su hermano se convirtió en su ángel, que es la mayor bendición y protección que él tiene para cumplir su sueño.
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