Un grupo de más de 160 mujeres indígenas y campesinas, urbanas y rurales de 70 comunidades principalmente del Gran Chaco Americano -que abarca los tres países- demandan a los estados de estos países políticas públicas urgentes para hacer frente a la crisis climática. Las demandas fueron presentadas en el marco del Encuentro Trinacional de Mujeres llevado a cabo del 3 al 7 de julio en la Escuela Agrícola y Hotel Cerrito de Benjamín Aceval, departamento de Presidente Hayes, Paraguay.
Las mujeres del Colectivo leyeron este viernes, al finalizar el encuentro, un pronunciamiento en el que señalaron el contexto que viven. Afirmaron que en sus territorios y comunidades el cambio climático se siente en el cambio de las épocas de plantación, floración y cosecha; en las sequías cada vez más prolongadas, en las temperaturas extremas, en los ríos que se secan, en la degradación de la flora y la fauna y, todo esto repercute en la alimentación, en la salud y el cuidado de las poblaciones indígenas y campesinas que, a su vez, son quienes trabajan más cerca con los recursos naturales que son impactados por esta crisis que es global.
“Más que una crisis de la naturaleza y climática, estamos frente a una crisis sistémica que nos presenta desafíos éticos a nivel global”, se lee en el pronunciamiento, donde resaltan que estos cambios amenazan sus formas de vida, profundizando las condiciones de pobreza y desigualdad, generando desarraigo, migración, pérdida de identidad y con ello el aumento de la violencia de género; así como degradación de las formas tradicionales de organización familiar y comunitaria, sobrecarga en las mujeres e impacto en la salud mental de las poblaciones.
Algunas de las demandas son que se gestione y garantice la tenencia, regularización y titulación de las tierras, que sigue siendo una deuda de los estados. También que se cumplan los procesos de consultas previas libres e informadas en proyectos de desarrollo e infraestructura que afecten nuestras vidas y comunidades. Se proteja a las defensoras que son amenazadas en el ejercicio de la defensa de los bienes comunes. Se impulse inversión pública y privada de infraestructura para el acceso al agua como pozos y sistemas de captación de agua. Se cuiden los recursos hídricos, mediante monitoreo permanente se y frene la contaminación.
Además, que haya financiación climática acorde con las visiones y potencialidades de los pueblos indígenas y comunidades campesinas. Que se las acciones estén pensadas para permitirles proteger y adaptarse mejor a los cambios que enfrentan en sus territorios y que contemplen los factores de riesgo. Fondos verdes para soluciones locales. La formación continua de mujeres jóvenes como monitores ambientales locales, para la protección de los bosques y territorios. Visibilizar el rol de la mujer en el cuidado del territorio. Que se respeten las áreas protegidas como medios de vida. Recuperar y proteger las plantas y semillas nativas, entre otras.
Leave a comment