Científicos aseguraron que el hecho de sentir amor mejora nuestras vidas, tanto en lo físico o mentalmente, nos vuelve personas más integras y felices. Expertos en salud sostienen que las emociones y la espiritualidad tienen mucho que ver con la salud de nuestro corazón, además de la condición física de las personas.

La Lic. Ana D'Ecclesiis psicóloga del pabellón de internados del Hospital del Área 2 manifestó que el amor modifica nuestro cerebro e induce a cambios en nuestro sistema nervioso central, pues activa un proceso bioquímico que se inicia en el córtex, “da lugar a respuestas fisiológicas intensas y produce una gran sensación de euforia, aunque también tiene efecto sobre las áreas intelectuales del cerebro afectando los pensamientos de manera positiva”. 

Y no se refieren solo al amor de pareja, muchas veces el amor de nuestras vidas no tiene por qué ser una relación romántica. Un hijo, un padre, una madre, nuestra familia, nuestros amigos e incluso hasta nuestras mascotas pueden ser aquellos encargados de entregarnos esa dosis de amor diaria que hace de nuestros días especiales. 
Sentir amor estimula la secreción de endorfinas, que son las sustancias encargadas de entregarnos bienestar y son capaces de ayudarnos a mejorar estados de ánimos, depresiones o ansiedades. Tener amor en nuestras vidas ayuda a envejecer más lento, fortalecer el sistema inmunológico, favorece la circulación de la sangre y ayuda a tener una mejor digestión.

Entre los principales beneficios de estar enamorados se encuentran que: aumenta la autoestima, reduce los niveles de estrés, mejora el sueño, sensación de felicidad y bienestar, mejora nuestras defensas, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, rejuvenecemos nuestra piel, vitalidad y energía.